No

Ayer escuchaba un frase que me dio mucho hilo para reflexionar:
“la inmadurez es la intolerencia a la frustración”
El decir “No” (seguía) es una forma de amar y el que te digan “no”, también puede ser una forma de saberse amado”
Si lo enfocamos como padres:
Ningún padre queremos algo malo para nuestros hijos, pero entendemos que parte de su educación es decirles que “no”, saber hasta donde podemos ceder y cuando hay que sacar del juego al chantaje.
El ceder siempre como padres implica que genera niños que no son capaces de frustarse, y saber salir de esa frustración, que es fundamental, porque Antes o después alguien les va a decir NO, y quizá duele más cuando ese “NO“ se dice fuera del entorno familiar…hay que prepararles bien…
Saber decir “no” a un niño de AACC, me parece que tiene una dificultad añadida,y es que un “No” solamente no les vale, hay que explicarlo,racionalizarlo, hacérselo entender, y rebatir sus preguntas…”replica y contraréplica” asegurada…hay momentos que es fácil y hay momentos en que sólo me sale por que si y punto! 🤷♀️ tendré que ir mejorando…
Pero también es bueno inculcar el “ No” en su pensamiento, cuando un niño se educa en que se obedezca a la primera, de alguna forma, le estás enseñando a doblegar su voluntad sin opción, y creo que como padres es muy cómodo, pero a la larga, y educando a potenciales adultos les quitamos esa posibilidad de hacer valer su criterio…
Si no educamos a nuestros hijos en el ejercicio responsable de decir “NO”,cuando llegue el momento, ¿sabrán decirlo sin complejos o acabarán cediendo al Sí?
Por tanto el “no”, tiene muchos enfoques, y aunque su aproximación genera rechazo, tiene aspectos muy positivos.
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